lunes, 8 de julio de 2013

DE QUE LADO ESTOY.

Estamos desesperadamente buscando el freno. Desde hace mucho tiempo he considerado a nuestra sociedad, o mejor dicho a nuestro mundo, como un montón de desgraciados arriba de un tren sin control que se precipita a toda velocidad por una pendiente que desemboca en un espectacular barranco de la muerte.

Dentro de este tren unos cuantos “lucidos” (como les llamara el director cinematográfico Adolfo Aristaráin en su película Martín Hache) nos preocupamos por la situación, y desesperados, buscamos infructuosamente el freno de la locomotora que se precipita hacia nuestra destrucción. Desde4 hace mucho tiempo he tenido esta sensación, pero en recientes fechas esta sensación se ha incrementado.

Aun así, no considero que el resto de los tripulantes de este tren hacia la catástrofe sean estupidos, ignorantes, o subnormales. Yo más bien diría que están en negación. Esta observación se ve confirmada con la desesperación disfrazada de las formas de oropel de la sociedad tanto occidental como oriental, porque actualmente se parecen más que nunca.

Una sociedad marcada por “lo que tengo que hacer”, “lo que se debe hacer”, “lo que es correcto hacer” y “cuando es correcto hacerlo” sin pensar en el perjuicio o beneficio real que obtengamos de ello.

La Ley de Pareto es insoslayable. El 20 por ciento de los individuos, producirá el 80 por ciento de los resultados siempre, esto significa que solo el 20 por ciento de los seres humanos son útiles al avance de la humanidad. Y a diario me pregunto, en que lado del porcentaje me colocare’ yo, una vez que haya muerto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario