Y esto se acentúa por supuesto en las épocas navideñas.
Piensen en esto, las épocas navideñas son el momento del año en la que los
índices de depresión y suicidios se incrementan dentro de la sociedad en
general, imagínense ahora el efecto que una temporada de clima gris, frio,
melancolía e introspección general puede tener en una persona que ya es así de
manera natural el resto del año. Si las fiestas invernales son el momento en el
que las personas normales se vuelven como nosotros, esto significa que los melancólicos
nos hundimos todavía mucho mas en la tristeza.
En épocas decembrinas tenemos un poco, en algunos casos
mucho, mas tiempo libre. También es la época en al que gracias a reuniones familiares
artificiales nos reencontramos con familiares o amigos, que no habíamos visto
desde hace mucho tiempo, y es entonces que comienzan los recuentos y las
comparaciones. Además gracias a esto nos hacemos conscientes de cómo la vida va
pasando por enfrente de nosotros y se va apagando en algunos casos. Esto hace
de las fiestas decembrinas la oportunidad de entristecerse un poco en el caso
de ser persona normal, o bien, de pegarse una depresión marca Kurt Cobain.
Aunque siempre tenemos a las fiestas, posadas (sin
peregrinos), y borracheras en general que se dan en estas épocas, esto nos
ayuda en muchos casos a que la depresión no nos pegue, o nos pegue sin darnos
cuenta. ¿La compañía de nuestros familiares y amigos mas cercanos es siempre el
mejor antídoto contra la tristeza? No, el alcohol.
A pesar de lo que pudieran pensar la mayoría de los que
siguen mis pasos por internet, mi opinión es que lo que sucede en estas fechas,
y mas específicamente el fin del año y el comienzo del año nuevo, es mucho mas
que un truco publicitario por parte de las empresas, para hacernos comprar lo
que no nos hace falta, y comer lo que no necesitamos comer. En realidad la
mercadotecnia solo se ha encontrado con esta feliz coincidencia de las fiestas
decembrinas, las cuales por cierto se celebran incluso mucho tiempo antes del
surgimiento del mito de Cristo.
Mas allá de los anuncios insoportables, las reuniones
innecesarias, y los regalos no solicitados, el cambio de ciclo en la vida de
los seres vivos es una verdad objetiva, de verdad se da un cambio dentro de
nuestro planeta cada vez que el mismo completa una vuelta alrededor del sol. A
pesar de que el inicio del año sea un momento elegido arbitrariamente por la
cultura dominante del planeta (recordemos que los chinos y los árabes celebran
el año nuevo un poco desfasado del resto del mundo) lo cierto es que en verdad
el hemisferio norte del planeta se encuentra en la parte menguante del ciclo de
la vida mientras celebramos el año nuevo.
Los arboles mueren, o por lo menos muere su follaje, ciertos
animales hibernan, otros más sucumben ante las bajas temperaturas, algunos
afortunados logran irse a otras latitudes en busca de climas mas benignos, y millones
de kilos de materia orgánica perecen y son reabsorbidos por la tierra, con lo
cual el equilibrio de nuestro ecosistema se mantiene.
Es por esta razón, puramente climatológica que las épocas
decembrinas encierran, para nosotros, la melancolía de lo que se termina, pero
al mismo tiempo la promesa de un porvenir un poco mas luminoso, un poco mas cálido
y un poco mas alegre. Esto es algo que esta en nuestros genes, y que las
grandes empresas solo aprovechan para vendernos, solo un poco mas, que el resto
del año.
Por lo tanto no hay de que preocuparse, no hay ningún
conflicto, ni culpa, ni manipulación, las épocas decembrinas están en nuestros
genes, y cada uno de nosotros puede celebrar estas épocas, de conclusión y
reinicio de ciclos, como mejor nos parezca. El considerar estas épocas
especiales es lo mas normal y natural para el ser humano, e incluso para el
resto de los animales. Incluyendo a las personas que nos encerramos en nuestra
casa ,a solas, para contemplar nuestra mortalidad y lo insignificante de la
existencia de todo lo que existe, pues
también puede significar una manera de honrar el espíritu de estas épocas.
Muy seguramente en la época de las cavernas algún hombre de Neanderthal
se habrá encerrado en su cueva a esperar a que pasara el clima adverso y,
acompañado de una primitiva fogata, habrá pintado alguna pintura rupestre
dedicada al cambio de ciclo en la naturaleza, a las cosas que le habían pasado
hasta ese momento, y a lo mejor hasta las cosas que deseaba y esperaba para el
futuro.
El día de hoy yo he escrito un articulo en mi blog. Al
parecer las cosas han avanzado algo desde aquellos tiempos.
Claro, mi querido Carlos, las personas melancólicas simpre pasamos estos días recordando, llorando y en ocaciones quejándonos de nuestra vida... Luego volvemos a la ''normalidad'' y así gira y gira la maldita ruleta de nuestros sentimientos...
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