jueves, 24 de julio de 2014

LO BUENO DE SER MALO


Este es un articulo antugüo, publicado originalmente en la extinta página ADVERSO.MX el 11 de Febrero de este mismo año. Momento en el cual estaba aún de moda todo este asunto de Flappy Bird.

La idea era muy simple, aunque no por ello menos creativa. Un toque de la pantalla hacia que un pájaro pesado, torpe y de alas cortas diera un brusco brinco en el aire para seguir avanzando. Si a esto le añadimos un pasadizo de tubos entre los cuales nuestro personaje debe ir avanzando sin tocar absolutamente ningún elemento del decorado, tenemos a uno de los juegos mas simples de explicar, incluso que la viborita, o el tetris. Por supuesto, explicar no es lo mismo que jugar.

Pajarraco de mierrr...

Lo que le acabo de describir lleva (llevaba) por nombre Flappy Bird, y hasta hace algunos días fue la ultima moda (anti-moda) en videojuegos, la mas fuerte y mas omnipresente desde los tiempos de Angry Birds. Es verdad que han existido otras cosas como el Candy Crush y esos, pero ninguno se ha expandido tanto y tan rápido como lo hizo ahora Flappy Bird.

Su creador se llama Dong Nguyen, un joven desarrollador de videojuegos vietnamita que lo lanzo en mayo del año pasado sin demasiadas pretensiones, ni esperanzas. Cualquiera hubiera dicho (sobre todo yo) que Flappy Bird era una mas de las aplicaciones basura que existen en la red.

Y así sucedió durante meses, desde mayo hasta octubre, del año pasado, nadie oyó hablar sobre esta aplicación/videojuego, y hasta entonces los pájaros más famosos, entre los jugadores casuales, habían sido los Angry Birds. Pero llegó el mes de octubre.

A finales de octubre su creador lanzó una actualización para arreglar algunos fallos en el juego, esto es algo común para un desarrollador. Entonces alguien le escribió el primer tweet sobre Flappy Bird a Nguyen.

“Fuck Flappy Bird,”

El juego era no intencional e inexplicablemente adictivo, debido a lo frustrante de su modalidad de juego. La gente comenzó a recomendarlo boca a boca, como una de esas cosas miserables que todo mundo debe de ver o experimentar, para hacer de este mundo un lugar un poco mas miserable. Como podemos ver, el instinto de autodestrucción de los seres humanos, se refleja hasta en los detalles más pequeños.

A lo largo del mes de noviembre el juego siguió haciéndose de más usuarios, poco a poco la gente añadía sus reseñas en la tienda de aplicaciones y comentaba sobre el juego en sus redes sociales. Hasta entonces todo iba normal, con el videojuego ganando popularidad, pero normal.

Por alguna razón desconocida, los usuarios del juego desarrollaban rápidamente una relación amor-odio-rabia con el personaje del juego. Un pájaro torpe de alas cortas. Muy similar a lo que nos provocaba el perro del juego Duck Hunt de la consola Nintendo. La diferencia es que en aquel entonces uno solo podía maldecir al perro a través de l pantalla, lamentablemente ahora… tenemos twitter.

Para finales de diciembre Flappy Bird era el videojuego número 80 mas descargado de la Appstore, en la categoría de juegos gratis. Y la cantidad de personas quejándose en twitter, de lo difícil que era jugarlo, aumentó exponencialmente. El publicista español Risto Mejide, alguien muy acostumbrado al odio, demostraba en su libro Annoyomics como es que la gente disfruta de ser molestada, y en ocasiones esta dispuesta a pagar por ser molestada. Flappy Bird podría ser incluido como un buen ejemplo de esto, en alguna futura reedición de su libro.

Para mediados de Enero Flappy Bird se convirtió en la aplicación numero uno en descargas en el mundo. Los fans comenzaron a escribir reseñas en broma sobre lo grandioso que era el juego, y a darle puntuaciones de 5 estrellas en tono sarcástico. Además de que se dio una moda, similar al fenómeno 2 girls 1 cup, en donde la gente advierte al resto de los usuarios que no han jugado el juego para que bajo ninguna circunstancia lo descarguen y lo jueguen, y que mejor salven sus vidas ahora que pueden. De la misma manera que si le dices a alguien que no pruebe una salsa que esta demasiado picante, todo mundo comenzó a probar Flappy Bird.

Mientras tanto el creador del videojuego seguía recibiendo comentarios mayoritariamente negativos acerca de su juego. Igual que los fanáticos de la lucha libre, que van a los encuentros para abuchear al luchador rudo que mas odian. Salvo que en este caso, al parecer, la lucha libre no es muy conocida en Vietnam. Muchos de los mensajes que Nguyen recibió incluían insultos racistas, y amenazas de muerte.

El 6 de Febrero la pagina Kotaku publicó u articulo titulado “Flappy Bird esta ganando 50 000 dólares diarios con arte copiado”. Al parecer este fue el punto de no retorno para el pajarito torpe, con alas cortas.

Hay una vieja creencia en el mundo del arte. Se dice que todos los artistas no hacen otra cosa mas que retratarse a si mismos en sus obras. Una de las muchas teorías acerca de la Mona Lisa sugiere que, la mujer sonriendo en la pintura podría tratarse del propio Leonardo da Vinci, en sus años de juventud, travestido.

Otro ejemplo más contemporáneo seria el videojuego de Zelda, que obedece a la niñez que su creador Shigeru Miyamoto, pasó en las montañas y aldeas de su tierra natal. Además, uno no tiene más que mirar a cualquier artista de historietas o webcomics, para darnos cuenta de que, dentro de sus personajes, se reflejan muchas de las características físicas propias de su creador.

De la misma manera la inestabilidad de Flappy Bird parece ser una vieja conocida para Don Nguyen, quien el pasado 8 de febrero publicó en su cuenta de twitter que dentro de 22 horas quitaría el juego Flappy Bird de las tiendas de aplicaciones, pues no podía soportar esta situación durante mas tiempo. Al mismo tiempo dejó pendientes múltiples entrevistas a distintos medios, y algunas actualizaciones y adaptaciones de su videojuego, que él mismo había prometido en sus redes sociales.

Lejos de teorías conspiratorias, que argumentaban una posible demanda de Nintendo, lo cual el propio Nintendo negó hace pocos días, al parecer el creador de Flappy Bird decidió retirar su creación, con el genuino objetivo de que la gente lo dejara en paz.

En una de sus últimas entrevistas para la revista Forbes, Don Nguyen aclaró el porqué de su decisión en retirar a Flappy Bird de Internet: “El juego fue diseñado para jugar cuando estabas relajado. Pero terminó siendo un producto adictivo. Creo que se transformó en un problema”. “Mi vida no está siendo tan confortable como errantes, no puedo dormir”.

Al parecer Flappy Bird, y su creador, son el primer caso de “KurtCobainismo” en los videojuegos. Al menos yo no recuerdo a ningún otro videojuego, que se haya retirado del público debido a que tuviera demasiadas descargas y todo el mundo estuviera hablando de él.

Lo que si es muy reconfortante ante esto es, saber que en la actualidad el concepto de “morir de éxito” para un fenómeno mundial, ya no significa morir realmente. En vez de pistolas o sobredosis, el artista atormentado del nuevo siglo simplemente tendrá que dar clic sobre el botón “DELETE”.

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